Cuando el vacío nos absorbe. La música es una forma importante de expresión artística, que tiene el poder de despertar emociones fuertes tanto en los oyentes como en los intérpretes. Desde baladas románticas hasta himnos de baile propulsivos, la música nos permite aprovechar diferentes estados de ánimo y transportarnos a lugares especiales y mágicos. Pero, qué pasa cuando hay ausencia de música? Qué ocupa su lugar? Espiritual y atmosféricamente, puede llenar nuestras vidas de monotonía o un vacío completo de sonido, emociones alineadas en una sola fila: aburrimiento, apatía, falta de motivación. Diferentes culturas han adoptado diversos medios para superar esa entropía musical: cantar canciones tradicionales juntas alrededor de la fogata en algunas tribus; organizando musicales regulares en la Europa del Renacimiento y tocando discos de pop contemporáneo en todas partes. La música trae momentos de alegría al tiempo que permite a los humanos experimentar profundidades profundas dentro de maravillosos ecos de trascendencia que superan con creces su ausencia.